¿Me molestas? Pues te ignoro.
Los teléfonos móviles, ese invento maravilloso que nos ha cambiado la vida y sin el que la mayoría de la gente ya no sabríamos vivir, están trayendo de cabeza a agencias de publicidad y empresas que quieren publicitarse en este medio.
Nadie duda que la publicidad móvil está de moda, pero los usuarios declaran que esta es molesta y que la ignoran.
Por otro lado, Facebook, con quinientos millones de usuarios móviles, estima alcanzar los 302,73 millones de euros en 2013 en ingresos a través de esta publicidad. Y Twitter ha reconocido que se mantiene gracias a sus ingresos en dicha publicidad.
Entonces, ¿funciona o no la publicidad móvil actualmente? Se han analizado más de 6 millones de clicks realizados sobre anuncios en dispositivos móviles por todo el mundo, ¿el resultado? el 40% de éstos son accidentales o fraudulentos, no servían para nada, además de que el el 88% de los usuarios ignora los anuncios que aparecen en las aplicaciones, mientras que un 86% hace lo propio con los anuncios en la web móvil, por lo tanto de toda la gente a la que le llega la publicidad, casi la totalidad la ignoran y los que no son por accidente o fraude. En resumen, las empresas están tirando el dinero invirtiendo en este formato de publicidad.
Desde Rana Negra vemos claramente cuál es el problema, se está haciendo publicidad (invasiva además), pero no marketing, por no extenderme con el tema, solo señalaré que el marketing es una estrategia global, alineada con el resto de objetivos empresariales, es la planificación sistemática, la implementación y el control de unas actividades de negocio pensadas para atraer compradores. Y la publicidad es el anuncio público y pagado hecho mediante un mensaje persuasivo. La publicidad es una parte del marketing, pero no se puede bombardear a la gente con mensajes que no le interesan en absoluto y a los que no está acostumbrada, la televisión siempre la hemos tenido con publicidad, sin embargo, no esperábamos encender el móvil y que nos saltaran anuncios sin ton ni son y no nos preocupamos por conocer lo que nos tienen que decir, están invadiendo el salón virtual de nuestras vidas.
Por otra parte, la publicidad móvil es una mala copia de la publicidad web, los anunciantes no han preparado especialmente sus mensajes para el entorno móvil y están actualizando lo que saben sobre el marketing web y de escritorio. La experiencia de la publicidad móvil no tiene nada de atractivo. Un anuncio en el buscador de Google, por ejemplo, es igual que el anuncio para web, pero en una pantalla más pequeña. ¿Y cómo se atraerá al usuario así, si además no está precisamente espectante a ver qué banner aparece?
Hasta el momento en el que tanto tecnología como anunciantes vean la importancia de lo aquí explicado, una gran opción para aprovecharnos del tirón de los smartphones y tablets, son los códigos QR, el usuario solo los escanea si son de su interés.
Un buen ejemplo de los mismos, es la app móvil viral de Wonderbra, no sin antes revindicar un clon de la misma, con modelo masculino.